miércoles, 10 de junio de 2009

Las andanzas de don Quijote: Itinerario impreciso

A diferencia de los libros de caballerías, localizados en lugares exóticos o imaginarios, las andanzas de don Quijote transcurren en una geografía real y cercana, La Mancha.
Pero, en El Quijote se narran tres salidas cuya deliberada imprecisión geográfica imposibilita la delimitación objetiva del itinerario seguido. Casi nada puede saberse con certeza, ni el lugar manchego de donde parte don Quijote, ni en enclave de la venta donde es armado caballero, ni el de la venta de Juan Palomeque, ni el pueblo del Caballero del Verde Gabán, ni el lugar de las bodas de Camacho, etc. Tan sólo podemos estar seguros de algunas referencias explícitas, como las del Campo de Montiel, Puerto Lápice, El Toboso, Sierra Morena, el río Guadiana, el Ebro, Barcelona y poco más.
En suma, un itinerario deliberadamente inconcreto. Un espacio manchego, con el añadido de Barcelona, que no se describe directamente y que, sin embargo, produce una extraordinaria ilusión de realidad, tanto en sus paisajes como en sus gentes.
Conviene también destacar, siguiendo a Moreno Báez, la simetría perfecta en la ordenación de los núcleos espaciales de ambas partes de la novela. La primera tiene como centro la venta de Juan Palomeque: por ella pasan don Quijote y Sancho, de ella parten hacia Sierra Morena- el lugar más alejado -, por ella pasan el cura y el barbero, y en ella se detienen todos en su regreso al punto de partida.
En la segunda parte esta función es desempeñada por el castillo de los duques: allí se detienen don Quijote y Sancho, de allí parten para Barcelona -el punto más alejado -, por allí pasa Sansón Carrasco a la ida y a la vuelta, y allí se vuelven a detener don Quijote y Sancho en su regreso definitivo.

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